Resulta que un día vino a casa un loco, todo canoso, que se puso a tirar frases como:
1) No vas a usar más el horno
2) Más lo usas, más rico y sabroso sale todo
3) Todos van a querer venir a comer a tu casa
4) Nuestros clientes son nuestros mejores vendedores
Y tantas más. Todas verdades absolutas. Gracias Martín por esta maravilla. (Y gracias por convencerme de dejarlo en el patio)